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¿Consejería de Sanidad o la casa de los líos?

Por Damián Cumbres, secretario general de SATSE Extremadura.(Artículo de opinión publicado en el Diario HOY del 2 de Noviembre de 2012)

La dimisión-cese del Director Gerente del SES, Albino Navarro, pone en entredicho la política del Gobierno extremeño en cuestión de Sanidad. Tenemos una Consejería fantasma cuyos cargos deambulan por Extremadura sin rumbo fijo, con la vista puesta más en evitar su cese que en la programación y dirección de un sistema sanitario que ha dado muestras de su flexibilidad y buen hacer, cuando dejan a los profesionales sanitarios hacer lo que de verdad saben y están preparados.

En julio de 2011, el presidente del Gobierno extremeño nombró a Jerónima Sayagués Consejera de Salud y Política Social. Sayagués llegó desde Madrid con un equipo de asesores que coparon la Secretaría General de dicha Consejería, La Dirección General y la Secretaría General del SES. Siete meses después los conflictos internos y las luchas de poder hicieron "saltar por los aires" al equipo y a la propia Sayagués que, harta de conflictos internos, decidió "mudarse" a la Subdelegación de Gobierno de Cáceres.

Su dimisión, lejos de amainar el conflicto hizo que se incrementase, y en pocos meses pasaron por la Consejería Francisco Javier Fernández Perianes, que dimitió tras denunciarse, en el momento apropiado, una incompatibilidad por todos conocida con una consulta privada, y que fue sustituido por Luis Alfonso Hernández Carrón, político sin ninguna vinculación profesional con la sanidad, y por tanto poco o nulo conocimiento de la realidad sanitaria.

Tres consejeros en un año que generaron también movimiento en las correspondientes Gerencias de Área - ya van tres gerentes en el área de Cáceres-Coria (con un deterioro de la sanidad alarmante) y otros dos en la de Badajoz-Llerena-Zafra (con un gerente en "expectativas" de mejoras de cargo) - que provocan una grave inestabilidad ya que sus cambios, como los tsunamis, dan lugar a nuevos nombramientos en las distintas direcciones médicas y de enfermería, poco recomendable para una época convulsa.

Pero lo peor es que muchos de estos nuevos gestores desconocen el ámbito sanitario y las peculiaridades de éste. ¿Qué pasa? ¿No hay entre los 15.000 profesionales extremeños que trabajan para el SES ninguno cualificado? ¿No son lo suficientemente buenos o preparados para desempeñar tareas de gestión y coordinación? ¿O tal vez lo que les falta es curriculum ideológico-político?, como dicen tener algunos gestores de enfermería que están participando en la destrucción de puestos de su propia titulación profesional.

Desde SATSE creemos que lo que realmente ocurre, o lo que profesionales y usuarios vemos, es que existe una clara descoordinación entre lo que se dice y lo que se hace y las Ofertas Públicas de Empleo de enfermeras y fisioterapeutas de junio de 2011 es un claro ejemplo.

Hace más de un año que 13.000 enfermeros y fisioterapeutas dedican tiempo y dinero en prepararlas y la única explicación que reciben es que tendrán lugar, antes de las próximas elecciones autonómicas de 2015. Enfermeros que, esperan y piden que el SES lleve a la Mesa Sectorial de Sanidad un nuevo Pacto Abierto y Permanente para la selección de Personal Temporal y que cambie al actual que data del 2007.

La única alternativa que dan desde la Consejería a estos miles de jóvenes es la emigración, al menos si quieren trabajar y ver reconocido su valor profesional ya que dudamos que al final salgan en la OPE todas las plazas que se aprobaron en el 2011. Sobre todo, viendo cómo estos nuevos equipos de dirección van amortizando las plazas de los enfermeros fallecidos, de los que se jubilan, o cambian plazas de titulados universitarios de enfermería por plazas de técnicos (Fp2), dejando los centros tanto del SES como del SEPAD en mínimos históricos. O como dice un director de Recursos Humanos del SES: "La coyuntural situación obliga a ajustar al máximo los costes", aunque tristemente sólo se hace en enfermería, y reduciendo y rebajando la calidad del Servicio Sanitario en detrimento de los ciudadanos.

El descontrol dentro de la Consejería es tal que las instrucciones relativas al incremento de la jornada laboral de los empleados públicos a 37,5 horas varían según el profesional que tiene que cumplirla, el área sanitaria y el cargo que debe ejecutarlas, ya que hacen y deshacen a su antojo y conveniencia, y más aún con el vacío de poder que se está produciendo por el Cese-Dimisión del Director Gerente del SES.

Estas desavenencias, que sufren los profesionales de enfermería, dan lugar a que los enfermeros comprueben que aumenta su jornada laboral, disminuyen sus retribuciones, ven reducidos el número de días libres al año y, también, cómo desaparecen los contratos de enfermería interinos y eventuales; incumpliéndose a todas luces, por los propios órganos de la Administración, los contenidos de las resoluciones.

En medio de este caos, en una Consejería que ha de ser uno de los pilares básicos de cualquier gobierno, el de Extremadura anuncia para 2013 una reducción del 10% de los presupuestos en sanidad. Los enfermeros llevamos años viendo reducidos nuestros complementos retributivos. Nos tememos que, aunque está reconocido en los presupuestos, nos podemos encontrar en el 2013 sin cobrar la Carrera Profesional pues como dice un gestor "lo presupuestado no quiere decir que sea realizado". Y la dimisión-cese de Albino Navarro, director gerente del SES y firme defensor de la Carrera Profesional, parece anunciarlo.

Y mientras la política sanitaria de Extremadura se hace a base de expresiones tan populares como "mis collons", "aquí mando yo"o si no estás de acuerdo "llévalo al juzgado, que cuando salga la sentencia yo ya me habré ido", eso sí, siempre pensando en los ciudadanos (Cierre de PAC, reducción de servicios sanitarios) y en los profesionales (Amortización de plazas, recortes económicos). Observamos cómo aumenta la construcción o remodelación de los hospitales y clínicas privadas, y se apoya la financiación público-privada de los nuevos hospitales de Cáceres y Don Benito-Villanueva y la "ralentización" y cierre de nuevos servicios en los hospitales de Almendralejo y Talarrubia, esperando, tal vez, que la iniciativa privada cree ese nicho de negocio.

Y ello a pesar de que muchos otros, el SATSE entre ellos, sí nos estamos dando cuenta de la deriva que toma la dirección y gestión de la sanidad pública extremeña, que ha cogido una curva descendente muy peligrosa. Peligrosa, sobre todo, para los usuarios que tal vez, en un futuro, tengan que pagar por aquello que ahora es gratis y, además, ofertado por grandes profesionales.