Salud

Lanzamos medidas para mejorar las condiciones de trabajo y bienestar del profesional con COVID persistente

SATSE participa en una jornada en el Congreso de los Diputados en la que pone en valor la lucha sindical para que la Justicia proteja a los profesionales con COVID persistente ante la inacción de las administraciones públicas.
Paloma Repila en la jornada sobre COVID persistente en el Congreso de los Diputados

Pacientes, representantes de los trabajadores, entre ellos SATSE, gobierno y partidos políticos han abordado la incidencia, consecuencias laborales y problemática a la que se han enfrentado y se siguen enfrentando los profesionales con COVID persistente a lo largo de los más de cinco años transcurridos desde el inicio de la pandemia. 

La jornada contó con la participación de Paloma Repila, adjunta a la Secretaría General de Acción Sindical de SATSE, que centró su intervención en las consecuencias y cambios registrados en el entorno laboral sanitario en base al pronunciamiento de la justicia tras las denuncias realizadas en defensa de los derechos laborales de las personas trabajadoras afectadas. 

Los asistentes a la jornada, celebrada en el Congreso de los Diputados y organizada por asociaciones de pacientes con COVID persistente, recordaron el grave impacto que tuvo la pandemia en la salud de la población en general.

Así, en España, 2,4 millones de personas sufren COVID Persistente, y unas 600.000 síntomas persistentes con repercusión importante en su vida diaria, de las que 60% tienen dificultades para reincorporarse plenamente al trabajo.

Contagios

En el ámbito sanitario, Repila señaló que más de un 20 por ciento de enfermeras y fisioterapeutas se contagiaron de manera formal durante la pandemia, además de otro 20 por ciento del que no constan pruebas diagnósticas.

También apuntó que un 54 por ciento del personal sanitario que tuvo COVID-19 presentaron síntomas persistentes. Además, hasta un 29% de afectados siguen de baja y un 19 por ciento trabaja con restricciones severas.

Jurisprudencia

La responsable de SATSE analizó la jurisprudencia sobre contagios por COVID-19 en el personal sanitario y su clasificación jurídica, así como el reconocimiento legal de incapacidad permanente causada por secuelas post-COVID en trabajadores sanitarios. También citó los protocolos de adaptación laboral en España y Europa para facilitar la reincorporación del personal sanitario.

Repila recordó que la calificación del contagio COVID-19 en sanitarios evolucionó de accidente laboral a enfermedad profesional solo “a golpe de sentencia”, y se impusieron recargos del 30% solo en algunos casos por falta de prevención en las administraciones sanitarias.


 

Al respecto, subrayó que, de esta forma, se consolidó la protección legal del personal sanitario frente al contagio profesional de COVID-19 y se responsabilizó a las administraciones. En este punto, Repila lanzó una pregunta a los asistentes, ¿se debería haber establecido un reconocimiento directo como enfermedad profesional? Algo que, en su opinión, sí se debería haber producido.

En otro momento de su intervención, se refirió a la adaptación del puesto de trabajo para los profesionales sanitarios con COVID persistente, algo que exige la normativa española para asegurar su bienestar. Además, no hacerlo puede generar responsabilidades legales, multas económicas y posibles litigios, agregó. 

Medidas

La representante del Sindicato de Enfermería aprovechó su participación en la jornada de debate para proponer distintas actuaciones y medidas desde la premisa de que el COVID persistente requiere un enfoque multidisciplinar para garantizar la salud, seguridad y dignidad del trabajador sanitario. 

Así, recomendó la implantación de Unidades multidisciplinares para seguimiento y un registro nacional de sanitarios con COVID Persistente.  

Repila propuso, además, integrar protocolos específicos de adaptación laboral dentro de los planes de prevención de los centros sanitarios y realizar evaluaciones multidisciplinares antes de la reincorporación para asegurar la salud integral del personal.

También trasladó la necesidad de formar a los servicios de prevención específicamente sobre el COVID persistente para mejorar la gestión sanitaria, así como formación específica para equipos directivos y mandos intermedios. Otra necesidad es establecer monitorización continua para garantizar igualdad y evitar discriminación en el entorno laboral.