SATSE reclama al Gobierno que acabe con la discriminación que perjudica a enfermeras y fisioterapeutas

SATSE ha reclamado a los ministros de Función Pública, José Luis Escrivá, y Sanidad, Mónica García, que acaben con la discriminación que sufren las enfermeras y fisioterapeutas e impulsen el cambio normativo necesario para que tengan una clasificación profesional justa dentro de la administración pública.

La presidenta de SATSE, Laura Villaseñor, se ha dirigido por carta a ambos responsables ministeriales para reiterarles que hay que modificar la actual clasificación que establece el Estatuto Básico del Empleado Público (EBEP) porque no respeta la nueva estructura de las titulaciones universitarias implantada tras el proceso de Bolonia. 

SATSE subraya que “el momento de hacerlo es ahora” dado que el Ministerio de Función Pública ha iniciado en el mes de junio la negociación para la modificación del artículo 76 del EBEP, y, de manera paralela, el Ministerio de Sanidad está abordando la reclasificación profesional en la reforma del Estatuto Marco del personal estatutario de los servicios de salud.

División

El artículo 76 del EBEP establece una división del Grupo A en dos subgrupos, A1 y A2, que se basa en la antigua diferenciación entre las titulaciones universitarias de licenciado y diplomado. 

Las enfermeras y fisioterapeutas y otras titulaciones de Grado han sido encuadradas en el subgrupo A2 a pesar de contar con los mismos 240 créditos ECTS que otras titulaciones que, sin embargo, han sido encuadradas en el subgrupo A1. Esta clasificación repercute negativamente en sus oportunidades de desarrollo profesional y en sus retribuciones, asegura.

Obstáculos

En concreto, enfermeras y fisioterapeutas se encuentran con distintos obstáculos, incluso jurídicos, que les impiden acceder a puestos de dirección y gestión de centros sanitarios.  

SATSE reitera que no es coherente con la nueva estructura de las titulaciones universitarias que las enfermeras y fisioterapeutas permanezcan en el subgrupo A2 dado que supone una clara discriminación frente a otros colectivos profesionales que son también Grado universitario y cuentan con 240 créditos ECTS, pero que sí se encuadran en el subgrupo A1.

Presión

Ante esta realidad, SATSE emprenderá en próximos días nuevas acciones de presión, sin descartar la celebración de protestas públicas, con el objetivo último de lograr el reconocimiento y respeto profesional y laboral que merecen enfermeras y fisioterapeutas.

“Creemos que este es el momento de dar solución a este agravio injusto y arbitrario que afecta al colectivo más numeroso de nuestro sistema sanitario, y eminentemente femenino, además de a otros profesionales”, afirma la presidenta de la organización sindical.

SATSE subraya que la nueva clasificación profesional de enfermeras y fisioterapeutas debe reconocer a todos los efectos la formación y competencias profesionales de las enfermeras en la línea de otras profesiones que actualmente tienen un reconocimiento salarial de acuerdo con su formación de 240 créditos. 

Acciones

“La petición de que se modificase la clasificación que imponía el EBEP la hemos solicitado desde el mismo día de la publicación de esta norma, en 2007, porque nos situaba en una clara discriminación frente a otras titulaciones universitarias de igual nivel formativo”, señalan desde SATSE. 

Desde ese momento, el Sindicato ha venido desarrollando a lo largo de los últimos años múltiples acciones de todo tipo para lograr que se modifique el artículo 76 del EBEP.

Entre otras, esta demanda fue presentada ante la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo y también se ha trasladado al Gobierno, las consejerías de Salud, a los diferentes partidos políticos del Congreso y Senado, y a distintas instituciones, como la del Defensor del Pueblo.

También se ha instado a los partidos a que presenten en el Congreso de los Diputados y en los diferentes parlamentos regionales una moción que inste al Gobierno a revisar las actuales normas de clasificación profesional, algo que ya se ha aprobado en algunas cámaras autonómicas, como las de los parlamentos de Cantabria, Canarias y Baleares. Asimismo, se han impulsado movilizaciones y concentraciones en las distintas comunidades autónomas.